Costumbre
Ya no me incomoda esa sensación.
Y entonces así me muevo yo. Tranquiiilo. Suaaave. Como si patinara sobre hielo con las dos manos atrás al ritmo de un vals.
La angustia ya no me mata. Pero no porque se haya ido, sino porque me acostumbré.
No se resigne a la angustia.
Sepa que siempre se puede estar mejor. se lo dice alguien que vino desde allá.
Le mando un abrazo
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