<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d15072090\x26blogName\x3dSIN+SITE\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLACK\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://sinsite.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_AR\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://sinsite.blogspot.com/\x26vt\x3d1509012716353188866', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

9.8.05

Vanidad

VANIDAD
El sábado fui al cumpleaños de un amigo. Volví a salir después de mucho tiempo ya que la vida de novio me tiene un poco encerrado. En realidad no me quejo demasiado porque no me molesta, pero cada tanto hace bien tomar un poco de aire.
El hecho de salir sin ninguna expectativa de "levante", me mantiene relajado. Supongo que será la intuición femenina lo que hace que ciertas señoritas se acerquen. Se darán cuenta de que yo no tengo ni la más mínima intención de tirarme encima de ellas, y comenzamos a conversar.
Con una serenidad que sería la envidia de cualquier caballero en pleno proceso de seducción, logro exponer mis ideas de manera clara y fundamentar cada uno de mis diferentes puntos de vista.
Entonces, noto como me prestan atención, como escuchan mis palabras, como poco a poco comienzan a mejorar cualquier primera impresión que pudieron haber tenido de mi.
Y así transcurre la noche... Sin filtro y sin ninguna atadura doy rienda suelta a mi verborragia.
Más tarde, vuelvo a casa renovado. Pero no por creer que acabo de conquistar el corazón de un par de señoritas aburridas en una fiesta de cumpleaños. La renovación se debe, sin ninguna duda, a la certeza de que lo que expuse es sólo una pequeña porción de lo que puedo ofrecer, y que lo que dejé guardado en la mochila puede ser mucho más interesante aún.

   

Blogger azul dijo...

un post soberbio, nene

26/9/06, 1:20 p. m.  

Publicar un comentario

<< Página principal