Reinvindicación de no pertenecer
Mientras las actividades se multiplican, los diferentes ámbitos en los que nos movemos se van apoderando de nosotros y, casi sin darnos cuenta, comenzamos a pertenecer.
En ocasiones nos sentimos cómodos en esa posición, ya que esa pertenencia nos da la contención necesaria para desenvolvernos con soltura. Se va desarrollando tan naturalmente al punto de que a veces sólo nos damos cuenta cuando NO pertenecemos a algún lado.
A veces (muchas), en mi caso particular, ese exceso de contención puede hacerme sentir encierro, y la comodidad se convierte en una especie de claustrofobia. Sin embargo, son pocas las ocasiones en que se puede salir ileso.
Pertenecer y estar es bueno.
No pertenecer y estar, como mínimo es incómodo.
No pertenecer y lograr salir es fabuloso.
usted me acaba de otorgar una llave, un número de clave, una alfombra mágica, un pasadizo en el medio de un laberinto...
mandinga, le dejo mis respetos.
A mi me pasa igual con el exceso de contención.
Ah! y con los ascensores de metal también.
lo de pertenecer a mí también me pasa. y lo de no pertenecer, también. ser mitad judío, mitad católico. medio blanco y medio negro. ojo verde y ojo marrón (Bowie). No! en serio!
Lo de no pertenecer lo siento siempre pero he llegado a la conclusión que el problema es mío, no de los que pertenecen...
hasta el dia de hoy, sentir que no pertenezco me quita el sueño,aunque cuando lo pienso , me doy cuenta que siempre que he dejado de pertenecer ha sido por que ellos ya no me pertenecian y por lo tanto no me interesaba ...mas.
A veces siento que no termino de pertenecer a ninguna parte... Y si pertenezco mucho a un lugar, dura poco.
Hace un tiempo vengo leyendo tu blog, y recien hoy firmo. Saludos
Has logrado resumir muy bien las sensaciones de muchos.
mandinga!
vamos, que tiene muchos pecadores esperándolo por acá... aparezca...
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