<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d15072090\x26blogName\x3dSIN+SITE\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLACK\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://sinsite.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_AR\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://sinsite.blogspot.com/\x26vt\x3d1509012716353188866', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

31.7.08

Head & Shoulders


A partir del momento que descubrimos un tic ajeno, o una muletilla, nos hacemos tan sensibles a ellos que es difícil que se nos escape alguna vez. Y muchas son tan evidentes que no podemos creer no habernos dado cuenta antes.

Con esa misma lógica, cuando algún pequeño misterio se nos revela, comenzamos a reparar en él.

A mi me cambió la forma de mirar a las mujeres cuando “descubrí” sus hombros.

Veo en ellos el comienzo de las curvas. Cuando dibujo en el aire una silueta femenina imagino el inicio en el hombro.

Para mi gusto tienen que estar algo marcados. No al extremo de Linda Hamilton haciendo de Sarah Connor en Terminator, pero tampoco fláxidos y fofos. Tienen que tener la forma justa.

Disfruto cuando el atuendo permite lucirlos y dejarlos al descubierto. Se los destaco, aunque esa mujer en particular no me resulte del todo atractiva. Ese rasgo me puede. Pero no es que todas las mujeres con lindos hombros me gusten, pero si todas las mujeres que me gustan (y me gustaron) tienen lindos hombros.

Por eso, recomiendo: empiecen a mirarle los hombros a las mujeres. Les va a cambiar la vida.

Bueh… no es para tanto.

   

6.7.08

La muerte

Cómo sería la muerte merecida para cada uno? Acaso debiera ser el mismo final el de un miserable que el de uno que ha honrado la vida?

Se me ocurre decir que quien ha vivido con dignidad, entereza, respetando y haciéndose respetar, tendría que morirse sin sufrimiento. Y por el contrario un canalla ser merecedor de una agonía triste y prolongada. Pero no ocurre así.

Lamentablemente el final es el mismo para todos. Nos encontramos en el lecho ante un juego ridículo y desparejo en el que existe un sólo resultado: la derrota.

La muerte es déspota. Se impone. No pregunta. No discrimina entre buenos y malos, ricos y pobres, jóvenes y viejos. Llega cuando quiere.

No voy pensar que quien mejor muere es aquel que elije cómo y cuándo debe ser.

Hoy perdió el juego un tipo de los buenos. Mi luto y todo mi respeto.